martes, 31 de marzo de 2009

Consejos para comprar plantas de interior



Compra en viveros ó establecimientos donde cuiden las plantas en condiciones idóneas de temperatura, riego, abono y luminosidad.


Las plantas de flor debemos procurar que el porcentaje de flores abiertas no sea superior al 15% y que los restantes capullos estén bien formados.


Para comprobar el buen enraizado de la planta, observaremos si las raíces están bien adheridas a la maceta. No interesa ni que sean escasas ni excesivas.


Analiza el estado fitosanitario de la planta.


Si una planta procede de invernadero, la debemos de aclimatar antes de depositarla en su emplazamiento definitivo. Para ello, la colocaremos en un sitio parecido al que vivía, teniendo en cuenta la luz, la temperatura ambiental y la humedad relativa. Paulatinamente variaremos estas condiciones hasta alcanzar los factores ambientales del lugar definitivo.

fuente: Infojardin

lunes, 30 de marzo de 2009

Diseño de un jardín pequeño: 50 consejos, segunda parte



25. Lista de 30 árboles de pequeño porte (tienen como máximo 4 metros de altura). Los árboles frutales suelen ser pequeños y van bien en estas condiciones. Estas son 15 especies arbóreas destacables:


- Adelfa (formado en árbol) --------Nerium oleander
- Árbol de Júpiter -----------------------Lagerstroemia indica
- Árbol de las orquídeas ------------Bauhinia variegata
- Ciruelo rojo -----------------------------Prunus cerasifera 'Atropurpurea'
- Datura, Trompetero -----------------Brugmasia sp.
- Ficus benjamina ----------------------Ficus benjamina
- Ficus nitida (podado en bola) ---Ficus nitida
- Laurel -------------------------------------Laurus nobilis
- Madroño ---------------------------------Arbutus unedo
- Magnolio --------------------------------Magnolia x soulangiana
- Mimosa ----------------------------------Acacia dealbata
- Morera péndula -----------------------Morus alba 'Pendula'
- Naranjo amargo ----------------------Citrus aurantium var. amara
- Níspero -----------------------------------Eriobotrya japonica
- Palmerita de la China ---------------Trachycarpus fortunei
- Rosa de Siria --------------------------Hibiscus syriacus
- Sauce tortuoso ------------------------Salix matsudana
- Tejo ----------------------------------------Taxus baccata




26. Evita las plantas de crecimiento rápido.

27. Las plantas aromáticas llenarán de fragancia al jardín pequeño.

28. Decántate por 2 ó 3 colores básicos.

29. En un jardín pequeño gama de colores sencilla y preferentemente colores suaves.

30. Un color en el fondo demasiado fuerte acorta el espacio.

31. Coloca las plantas de colores más brillantes y fuertes cerca del espectador: rojos, naranjas y amarillos.

32. Coloca las plantas de tonos azules y violetas en la zona más alejadas del jardín. Éstos crean efecto de profundidad, como si se desvanecieran.

33. Si colocas las plantas que posean hojas de mayor tamaño a la entrada y las de hojas menores más alejadas, se percibirá como de más profundidad.

34. Crear ritmo. Romper las simetrías monótonas, alternar plantas altas y bajas, formas redondeadas con angulosas...

35. En jardín pequeño, planta en su perímetro.

viernes, 27 de marzo de 2009

Diseño de un jardín pequeño: 50 consejos, Primera parte



1. Los jardines pequeños si se planifican bien resultan muy íntimos y acogedores.

2. El jardín pequeño es un desafío mayor, puesto que todo se ve al mismo tiempo y los errores no se pueden disimular.

3. Hace falta mucho ingenio para sacarle todo su jugo.

4. Piensa con calma:

• Cómo distribuir los espacios.
• La lista de elementos que quieres incluir.
• La lista de especies vegetales.

5. Escoge cuidadosamente los elementos: plantas, pavimentos, ornamentos, etc., apostando por la calidad.

6. Todo debe ir a escala. Es decir, en un espacio pequeño, plantas y objetos pequeños. Por ejemplo, no tiene sentido poner árboles o arbustos grandes, agobian, se enmarañan unos con otros y crean excesiva sombra.

7. Si hay poco espacio suprime los caminos ni senderos. Si no, crea sólo los esenciales. A veces, se ven pasos en todas direcciones innecesarios.

8. Los senderos con curvas suaves que se pierdan entre las plantas.

9. Dará sensación de más profundidad un camino cada vez más estrechos conforme se aleja.

10. Para que un jardín corto parezca más largo, debe ser más ancho al principio de la casa y al final más estrecho; esto acentuará la perspectiva.

11. Para que un espacio estrecho parezca más ancho hay que incorporar líneas horizontales fuertes.

12. Construye diferentes niveles, un efecto de terrazas. Esto engaña al ojo y da la sensación de un espacio grande.

13. Las formas sinuosas contribuyen a dar sensación de más espacio.

14. Trata de mezclar tu jardín con el paisaje adyacente para dar un efecto de continuidad.

15. Evita los setos rectilíneos y densos que impiden desplegar la vista y ahogan. Hay que procurar perspectiva.

16. Crea una sorpresa en cada rincón para hacer creer al observador que hay más rincones de los realmente existentes.


17. Una de las formas más sofisticadas de esta ilusión es el Trompe l'oeil. Consiste en pintar, por ejemplo, un escenario en un muro, simular un enrejados, etc. para simular un espacio que no existe. El uso inteligente de espejos permite crear la ilusión de más profundidad.

Plantas

18. Cada plantas de un jardín pequeño deben merecer su lugar.

19. La mayoría de las especies que elijas deben ser atractivas en al menos 2 de las 4 estaciones del año. Por eso la Lila o la Forsitia son errores en un jardín pequeño: gloriosas en flor pero vulgares después.

20. El follaje es muy importante, no te fijes únicamente en las flores que llaman mucho la atención pero duran poco (muchas, sí duran).

21. Procura que las plantas tengan tamaños y formas diferentes para crear cierto ritmo.

22. No recargues el jardín; es preferible que uses pocas variedades de plantas.

23. En jardines pequeños, plantas pequeñas en consonancia a la escala del espacio. No tendrían sentido grandes arbustos o árboles que hubiese que estar podando constantemente para controlarlos.

24. Los árboles deben ser de porte pequeño; preferentemente de hoja caduca para que entre el sol en invierno.

jueves, 26 de marzo de 2009

Abono vegetal hecho en casa



Los componentes para un abono de primera calidad no te cuestan nada. Los encontrarás en tu jardín: hojas secas, ramas podadas, plantas muertas, restos de basura, etc. Todos estos deshechos que por separado no valen nada, al combinarse te dan una tierra orgánica que sirve de alimento a tus flores y vegetales.

Los expertos jardineros recomiendan elegir un lugar apartado de la casa, como el patio trasero, para levantar la pila de abono. Procura que tenga bastante sombra para que no se seque.

Si quieres puedes conseguir un recipiente para colocar el abono. El contenedor no es imprescindible.

Empieza por acumular materiales deshechables como montones de césped cortado, cáscaras de plátano, corazón y troncos de manzana, restos de plantas, etc. A medida que consigas desperdicios, agrégalos a la pila.

Entierra los restos de comida y cúbrelos bien para mantener alejadas las pestes. No agregues grasas animales ni huesos porque atraerás a los animales.

Para lograr una buena descomposición tiene que haber humedad, oxígeno, nitrógeno y tierra: las bacterias ayudan a la desintegración. El fertilizante comercial aporta el nitrógeno.

Para asegurarte que la pila conserve la humedad levanta la capa superior y fíjate en la capa de abajo. Si está seca, agrégale agua. Debe estar siempre húmeda.
Para airearla, remuévela con una pala o rastrillo de tanto en tanto.

De tanto remover la pila y desintegrar los componentes, tomará temperatura constante y luego bajará. Así se producirá la descomposición necesaria en abono.

Empieza la pila de abono en el otoño para que esté lista para usar en la primavera. Los meses de invierno no lo afectarán.

Sabrás que está listo cuando haya tomado un color marrón oscuro parejo. Su textura será la de una esponja húmeda y rugosa y olerá a tierra. Esto ocurrirá en un promedio de 2 a 4 meses.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Alegra tu jardín con tulipanes



El tulipán es una planta originaria de Turquía, de carácter bulboso que florece en primavera. Es especialmente apreciada por la belleza de su flor y la variedad de sus colores, por eso es muy útil para la ornamentación de jardines de todo tipo.

La planta alcanza una altura de entre treinta y sesenta centímetros, aunque hasta la primavera, su tallo, hojas y flores se encuentran encerradas de forma comprimida dentro del bulbo. Por su parte, las hojas poseen un color verde grisáceo y una forma lanceolada.

La flor

El tulipán florece, aproximadamente, a los ciento veinte días de haber sido plantado y conserva su belleza y buen aspecto durante veinte días. Después, la flor se marchita y, en ese momento, es necesario proceder a cortar el tallo principal, en el que se encuentra y dejar que se seque el resto de la planta. Posteriormente, hay que extraer el bulbo de la tierra y dejarlo secar para, después, introducirlo en un recipiente que contenga arena seca, con el ápice colocado hacia arriba en un lugar fresco y oscuro. Así, en la siguiente época de plantación este bulbo se podrá reutilizar.

La parte más llamativa del tulipán es su flor, especialmente apreciada por la gran cantidad de colores en que existe. También hay especies bicolores que proporcionan una gran alegría al jardín. Esta flor está compuesta por seis pétalos acuminados, es decir, cerrados en forma de corazón invertido, y de seis estambres. Además, es posible cortarla con el fin de insertarla en ramos o jarrones, ya que confieren belleza y colorido en cualquier lugar de la casa. La gran mayoría de estas plantas son de flor simple y orientadas hacia arriba.

El tulipán en el jardín

La principal finalidad del tulipán en el jardín es ornamental, ya que se puede ubicar en infinidad de lugares. Así, proporcionan gran belleza al pie de los árboles, en macetas, en macizos o canteros. Sus hojas también son ornamentales ya que poseen un color verde grisáceo y una forma lanceolada. Al contrario de lo que se suele pensar, el tulipán es una planta bastante resistente, aunque siempre se desarrolla mejor en suelos bien drenados, por lo que hay que evitar situarlos en lugares que se encharquen con facilidad.

Plantación

Los bulbos deben ser plantados con el ápice hacia arriba a una profundidad de entre 8 y 10 centímetros. Asimismo, conviene vigilar que exista una separación de al menos 10 centímetros entre los distintos bulbos. Lo óptimo es plantarlos en el mes de septiembre, para que hayan desarrollado sus raíces cuando llegue el frío del invierno y sean capaces de soportarlo.

No obstante, en el caso de que la plantación se realice en maceta, es posible hacerlo incluso en diciembre, siempre y cuando se sitúen en un lugar protegido del excesivo frío.

También, es necesario sacar la planta al exterior en el momento en que asome el tallo, para que reciba la luz solar.

Cuidados básicos

Lo primero que hay que vigilar es que el suelo en que se plante el tulipán tenga un buen drenaje para que no se encharque y dañe la salud de la planta. Además, conviene utilizar una mezcla de arena de río, mantillo y sustrato. En lo que al riego se refiere, es necesario que la tierra se encuentre siempre húmeda, por lo que hay que suministrar agua de forma regular. Sin embargo, no se hace necesario pulverizar las hojas ni las flores.

Es conveniente saber que esta planta requiere de abundante luz solar, por lo que su lugar idóneo se encuentra en un lugar iluminado del jardín. Por otro lado, es preferible regar el tulipán con un fertilizante especial para plantas con flor después de la floración para que se mantenga fuerte. Por último, hay que explicar que no es posible plantarlo en el mismo lugar dos aliños seguidos, ya que agotan las reservas del suelo.

martes, 24 de marzo de 2009

EL RIEGO SEGÚN LAS PLANTAS



No es nada nuevo que cada planta necesita un riego específico. De hecho, tan importante es la cantidad de agua que se le debe echar y la frecuencia con que se riega, como la forma específica de hacerlo.

Riega así las drácenas, chefleras, chamaedoreas...

Estas plantas se riegan por arriba: riega directamente sobre la tierra, y procura no echar agua sobre las hojas. Retira el agua que sobra en el plato, así tendrás más control sobre la cantidad de agua.

Por otro lado, intenta verter el agua en los laterales del recipiente, no cerca de los tallos, o si no corres el riesgo de desplazar la tierra y hacer que éstos pierdan firmeza.

Si tienes violetas africanas, ciclamen, marantas...

Riega estas plantas por abajo. Este método consiste en llenar de agua el plato situado bajo la maceta, de forma que sea absorbida por la tierra a través de los agujeros de drenaje. Una vez que el sustrato esté húmedo, tira el agua que sobra, de esta forma evitarás que la planta corra el riesgo de pudrirse.

Las orquídeas, helechos, azaleas, begoñas...

Por inmersión: para regar este tipo de plantas necesitas un recipiente con agua. Introduce la maceta en él y manténla así hasta que dejen de salir burbujas.

Este es un buen método para las plantas en cestos colgantes y los tiestos pequeños en verano. También es un remedio de urgencia para revivir una planta seca.

Nunca hay que olvidar

-Generalmente, durante la etapa de crecimiento hay que regar abundantemente.

-Si las plantas se encuentran en lugares secos y soleados, conviene regarlas con más frecuencia; por el contrario, si se encuentran en interiores frescos y con poca luz no es necesaria tanta agua.

-En época de reposo (invierno) hay que reducir los riegos.

-Riega siempre con agua tibia, y nunca lo hagas a pleno sol ni directamente sobre las flores.

-Intenta no regar siempre en la misma zona de la maceta, y si ésta es de barro y tiene muchas raíces, echa más agua.

-No riegues poco y a menudo, es mejor que tengan mucho agua y espaciar el riego.

¿Qué significa...?

-Riego abundante. Un riego abundante significa que la tierra debe mantenerse húmeda siempre, sin permitir que llegue a secarse la superficie.

-Riego moderado. Cuando quieras regar con moderación, añade agua suficiente como para mojar, pero no empapar, toda la tierra. Es importante que no se acumule el agua.

-Riego escaso. Cuando una planta necesita poco agua debe dejarse secar por completo la parte superior del sustrato entre cada riego.

lunes, 23 de marzo de 2009

La Menta, un aroma inconfundible



La menta negra es una de las especies de plantas aromáticas más conocidas y cultivadas en todo el mundo. Con importantes aplicaciones industriales, el intenso olor de las hojas se utiliza para aplicaciones alimenticias, cosméticas y químicas.

La menta negra o 'mentha piperita' procede de la hibridación de dos tipos de especie, la 'menta de agua' y la 'hierba buena'. La menta es muy importante para producir aromas en la industria alimenticia, además de poder usarla como ingrediente en ciertos guisos y estar deliciosa en infusiones.

Esta aromática destaca por su adaptabilidad a diferentes ecosistemas, lo que hace posible su cultivo en todo el mundo. Pertenece a las herbáceas, posee tallos rojos violáceos y crece hasta los 80 cm. de altura. Es una planta estéril, por lo que no produce frutos. En cambio, sí que florecen, mediante unas pequeñas flores lilas.

Suelos
Una de las ventajas de estas plantas es que se adaptan a todo tipo de suelos, aunque los prefiere fértiles y bien drenados. Soporta climas extremos y es resistente a las heladas, aunque la mejor producción proviene de climas templados.

Para cultivarlo se comienza con un riego por inundación y se recurre a estiércol descompuesto para nutrir el suelo. Necesita aradura profunda que ventile el terreno. Si vamos a cultivar en surcos, los trazaremos con una distancia de 60 cm. con mínima pendiente.

Cultivo y reproducción
Sembraremos siempre evitando la época de heladas: la mejor temporada para cultivar la menta es en primavera y en verano. Si vivimos en zonas altas, la mejor época para sembrar es la lluviosa.

Se reproduce por rizomas y esquejes. Los esquejes que utilizamos tienen que tener una buena calidad y venir de campos sanos. Una vez recogida la menta, tendremos que evitar que lo que hemos cosechado se humedezca con el rocío o las lluvias, porque se deterioran. El secado se puede realizar en lugares bien ventilados bajo sombra. Los rizomas constituyen la base de la planta y, a la vez, el mejor material para cultivar menta. Una vez seleccionados, que tendrán que tener mínimo tres entrenudos, se procede a la siembra.

Debemos controlar las malas hierbas y retirarlas si superan los 4 cm. de crecimiento, ya que estarían compitiendo por los nutrientes del suelo con la menta. Esta planta aromática exige bastante agua para que crezca sana. Los nuevos cultivos se tienen que regar de tres a cinco días a la semana si queremos que enraícen correctamente

sábado, 21 de marzo de 2009

PAPIRO



Papiro, nombre común de cierta planta de la familia de las Ciperáceas. Alcanza entre 1 y 3 m de altura y forma un rizoma aromático, leñoso y reptante. Las hojas son largas y están provistas de una quilla muy marcada; los tallos florales son glabros, blandos y de sección triangular. La parte inferior del tallo es tan gruesa como un brazo humano y en el extremo apical se abre una umbela de numerosas espigas péndulas con un verticilo de ocho hojas. El papiro crece en Egipto, Etiopía, el valle del río Jordán y Sicilia.

En la antigüedad se utilizaron diversas partes del papiro con fines tanto ornamentales como prácticos, como la confección de tocados, sandalias, cajas, barcas y cordelería. Las raíces secas servían como combustible. La médula del tallo se consumía hervida, pero su aplicación más importante era la elaboración de un soporte escritorio de consistencia parecida al papel.

El papiro egipcio se fabricaba a partir de capas celulares de la médula dispuestas de forma longitudinal; sobre ellas se disponían otras orientadas en sentido transversal; el conjunto se impregnaba en agua, se prensaba y secaba y se frotaba suavemente con marfil o con una concha lisa. El tamaño de las hojas de papiro oscilaba entre 12,5 por 12,5 cm y 22,5 por 37,5 cm, y se unían unas a otras para formar rollos que tenían entre 6 y 9 m de longitud. Los egipcios escribían en el papiro en columnas regulares que, en la prosa literaria superaban en raras ocasiones los 7,6 cm de ancho; en poesía, las columnas solían ser más anchas, ajustadas a la longitud del verso.

Parece que los griegos conocían el papiro egipcio desde principios del siglo V a.C., aunque, según los expertos, el papiro griego más antiguo que se conserva es el Persae, del poeta Timoteo, que vivió a finales del siglo V y principios del IV a.C. El uso del papiro para escribir textos literarios pasó de la civilización griega a la romana y se mantuvo hasta el siglo IV d.C., época en la que fue sustituido por el pergamino. No obstante, siguió utilizándose para redactar documentos oficiales y privados hasta los siglos VIII o IX.

viernes, 20 de marzo de 2009

ILUMINA TUS PLANTAS CON MACETAS DE COLORES



Si las plantas son beneficiosas para nuestra salud, nuestro estado de ánimo y ayudan a darle vida a nuestros jardines, terrazas e interiores, es porque no hay nada mejor que los colores para que encontremos esa alegría que nunca nos puede faltar. Las macetas, sobre todo dentro del hogar, cumplirán un papel fundamental en esta labor, ya que no son sólo tiestos donde depositar la planta, sino todo un recurso con el que potenciarla.

Luz, color y alegría
Un macetero colorido y vistoso contribuye a que tus flores capten la atención de todos. Ayuda a iluminar los rincones más oscuros y les aporta un toque personal. Todas las flores pueden ser iguales, pero sus macetas no, y de esto, depende que tu jardín brille con luz propia.

Son especialmente útiles para dar vida a interiores sombríos o cuya decoración es demasiado sobria. Una pincelada de color romperá con la austeridad de la habitación y traerá consigo un ambiente más distendido. Si te decides por poner flores en las habitaciones de los niños, hay macetas con dibujos y diseños ideales para un ambiente infantil.

Si en la variedad está el gusto, en jardinería tienes muchas posibilidades para llenar de color tu casa. Todos los materiales están al alcance de tu mano: terracota, cerámica, vidrio, metal... y por supuesto, sus formatos: jardineras, cestas, macetas de pared, cuadradas, cilíndricas, abstractas... Lo importante es que el color y la alegría prime allí donde las tengas.

Protagonismo y equilibrio
Un detalle que no puedes pasar por alto es que no todos los maceteros sirven para cualquier planta. Mantener el equilibrio es fundamental: si colocamos muchas flores en una maceta muy colorida, sólo conseguiremos quitarles protagonismo ya que tanto color puede ahogar su vistosidad y, además, empalaga.

Es importante que tengas presente el diseño: los de un solo color son más fáciles de combinar que aquellos que presentan dibujos o estampados. En este caso, te recomendamos que utilices plantas de hojas oscuras y, si es posible, sin flor, o bien, que éstas sean muy pequeñas. El contraste contribuye a que le prestemos la atención que ambos se merecen.

Otra de las combinaciones que te recomendamos es que coloques una o varias flores grandes, sin hojas. La gerbera o el tulipán, por ejemplo, quedan muy bien en un macetero de un color. Si éste es neutro (negro o blanco), planta muchas flores, bien vistosas. Ante todo, intenta que el conjunto no sea exageradamente colorido, ni demasiado pobre. Recuerda, equilibrio y protagonismo.

jueves, 19 de marzo de 2009

LA HIGUERA, MIL USOS PARA UNA PLANTA



La higuera es una de las especies más características del Mediterráneo: los afortunados pueblos que disfrutaban de ella, la veneraron gracias a sus deliciosos frutos y sus propiedades curativas demostradas. Éstas y otras cualidades la han convertido en uno de los árboles más útiles y ornamentales que podemos tener en nuestro jardín. Nos acercamos más a él para conocerlo y ofrecerle el homenaje que se merece.

El nombre científico es Ficus carica L.; esta denominación proviene del latín: Ficus, significa higuera; y Caria se refiere a la región de Asia Menor de donde procede. Pertenece a la familia de las Moráceas. Aunque es originaria del Suroeste Asiático, la encontramos asilvestrada en el sur de Europa, sobre todo, en lugares rocosos y cálidos de la zona mediterránea.

La higuera es un árbol con historia. Hace 4.500 años, los egipcios ya la recolectaban, como se observa en los jeroglíficos propios de esta antigua civilización encontrados en sus monumentos funerarios. En el Antiguo Testamento, podemos leer su nombre como referencia a uno de los árboles de la abundancia de la Tierra Prometida. También en este libro se cuenta que, cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, eligieron la hoja de la higuera para cubrirse.

Los romanos, por su parte, la empleaban en ceremonias religiosas dirigidas al dios Baco. En las festividades del año nuevo latino, los habitantes de Roma intercambiaban higos como regalo. Este fruto llegó a tener tanta importancia para el Imperio que fue una de las causas que dio lugar a la Tercera Guerra Púnica.

Cómo reconocer este árbol

La higuera común no posee un gran tamaño, suele alcanzar entre 2 y 8 metros de altura. Es más ancha que alta, ya que su copa sí llega a alcanzar un porte mayor, desproporcionado con respecto al del tronco. Éste muestra una corteza de color grisáceo y de textura lisa. Las ramas, que son prolongaciones del mismo, presentan un tono idéntico y tienen tendencia a curvarse por el peso de las hojas y de los frutos.

De todos es conocida la característica forma que presentan las hojas perennes de higuera: palmeadas con un largo pecíolo. Si tocamos una, podremos comprobar su aspereza y su rugosidad. El color verde claro de la parte inferior contrasta con una tonalidad más fuerte en la cara superior. De esta parte de la planta obtendremos una sustancia blanquecina denominada látex.

A diferencia de la mayoría de los árboles, no desarrolla una única raíz principal, sino que son varias las que nacen del tronco. Aunque a primera vista podamos pensar que son fuertes y resistentes, en realidad nos encontramos ante un elemento bastante frágil. La higuera florece entre la primavera y el otoño, sin embargo se trata de flores invisibles, de color amarillo, que encontraremos dentro del receptáculo que se convertirá en higo.

Los cuidados de la planta

Debemos conocer la variedad que queremos mantener para poder proporcionar la atención necesaria. Existen dos posibilidades:

Higueras de campo: se plantan libremente, dejándolas crecer a su ritmo. En este caso, el área donde la situemos debe ser espaciosa porque el tamaño que alcance puede ser enorme.

Higueras de invernadero: utilizaremos la restricción de raíces o un macetero de amplio tamaño para su cultivo.

En el caso del riego, dedicaremos grandes cantidades de agua a las de campo, siempre sin llegar a encharcarlas, y nos ocuparemos de alimentar a las de invernadero un par de veces a la semana, sin olvidarnos de mojar también sus hojas una vez cada siete días. Durante la época de maduración de los frutos, tanto unas variedades como otras, precisarán un periodo de sequedad para evitar la podredumbre.

En invierno trataremos de no exponer el árbol a las heladas. Y durante los días más calurosos del verano, aunque la higuera es una planta de sol, evitaremos largas exposiciones al mismo. Si hemos elegido cultivarla en el campo, tendremos en cuenta que la temperatura ideal serían los 18 ºC, aunque el árbol puede soportar los -7 ºC. En zonas frías, plantaremos los ejemplares resguardados de las inclemencias del tiempo y orientados hacia el sol. Si por el contrario los cultivamos en un invernadero, debemos evitar que se encuentre a menos de 12 ºC, siendo la temperatura ideal la que oscila entre los 15 y los 18 ºC.

La estación idónea para plantar la higuera es el invierno, entre los meses de noviembre y marzo. Será en febrero cuando debamos podarla para regenerar el árbol y permitir que aparezcan nuevos brotes. Para abonar elegiremos un producto orgánico de calidad, o bien, fertilizantes y estiércol que utilizaremos, en el caso de las higueras de campo, en primavera y, en el de las de invernadero, en invierno.

Los higos: el falso fruto

Las flores de la higuera son de color amarillo, pero no te molestes en buscarlas pues se ocultan a la vista. En realidad, el fruto conocido como higo no es sino la flor modificada en una estructura carnosa y llena de jugo. Los colores en los que lo podemos encontrar van del verde, en el momento en que nace, al negro, cuando ya está maduro.

Desde la antigüedad se le ha considerado un fruto exquisito, incluso algunas culturas lo utilizaban en rituales sagrados. Se deben recoger cuando estén maduros, generalmente, hacia el final del verano, últimos días de agosto o septiembre. En ese momento, su piel mostrará un aspecto arrugado y un color oscuro.

Además, es un alimento muy utilizado en cocina, se toma crudo, como ingrediente de algunos platos, o como acompañamiento. Posee vitaminas y gran cantidad de azúcar. Se utiliza, también, en el tratamiento de algunas enfermedades.

Atención a...

Como todas las plantas, la higuera necesita de nuestros cuidados y, aunque es bastante resistente, debemos protegerla de posibles plagas y parásitos.

Los hongos harán que aparezcan manchas en las hojas enfermas. Hemos de eliminarlas si queremos recuperar su salud.
La mosca blanca chupará la savia. Regaremos con abundante agua con el fin de que desaparezca.

Lo mismo hará la cochinilla, cuya aparición es la más común en este género. Provoca el debilitamiento de la planta y la caída de sus hojas. Para combatirla debemos, primero, podar las partes afectadas, y segundo, utilizar los productos de fumigación adecuados.

La araña roja secará las hojas. Será necesario un acaricida para acabar con ella.
En la salud y en la enfermedad
Como otras muchas plantas, la higuera se utiliza como remedio a distintas afecciones. Éstos son algunos de sus usos:

Si sufrimos estreñimiento, herviremos higos maduros durante unos 15 minutos, dejaremos reposar y beberemos el líquido.

Esa misma infusión la podemos utilizar si tenemos algún problema en la boca.
Es muy común utilizar el látex de sus hojas para combatir verrugas.

Los higos ayudan a combatir el reumatismo.

De nuevo, la infusión de su fruto seco nos puede servir para tratar resfriados, tos o bronquitis.

La pulpa del higo puede ser una fantástica mascarilla contra las arrugas de la piel.

Por el contrario, también puede provocar efectos negativos en la salud de las personas:

El contacto con la planta puede inducir reacciones alérgicas que ocasionan la aparición de ampollas, manchas en la piel, picor. En este caso, deberemos lavar la zona afectada con abundante agua y acudir al médico.
La ingestión de frutos que no hayan alcanzado el punto de maduración óptimo puede ocasionar problemas digestivos. Recurriremos a un especialista para que los trate.

miércoles, 18 de marzo de 2009

¿SABIA USTED QUE...?



LAS HOJAS

Que éstas son como placas solares que necesitan recibir los rayos del sol. Así como en zonas de mucha insolación se requieren placas solares de reducida superficie, las plantas que viven a pleno sol tienen las hojas pequeñas; por el contrario las plantas de sombra al tener poca intensidad luminosa debido al filtro de los árboles (en su hábitat natural) necesita hojas de mayor superficie. En caso de duda por desconocimiento de las exigencias de luz de una planta podemos acertar colocando a la sombra las de hojas grandes y al sol las de pequeñas.

EL COLOR DE LAS HOJAS

Las hojas coloreadas de blanco o amarillo necesitan más iluminación que la especie de hojas verdes porque en la zona coloreada no hay clorofila y sólo "trabaja" (hace la fotosíntesis) una parte de la superficie del follaje.

Las plantas matizadas pierden su color al situarlas en un lugar poco iluminado; para recuperar el matizado basta ponerlas a la luz.

EL AIRE

En el aire las plantas encuentran oxígeno para respirar y gas carbónico para alimentarse. También la tierra debe contener aire para la necesaria respiración de las raíces. Esto se logra manteniendo las tierras siempre sueltas y porosas; para lograrlo, nuestras tierras contienen diversos acondicionadores de origen mineral así como abonos orgánicos que mejoran la estructura del sustrato.

Las plantas también se "resfrían"; ojo con las corrientes de aire frío.


EL AGUA

Del agua absorbida por las raíces la planta extrae las sales minerales disueltas en ella para alimentarse. Estas sales le son adicionadas a las tierras por la aplicación correcta y discreta de los diversos "alimentos" o fertilizantes, según sea el caso y el uso a que estén destinados.

Para aprovechar 1 g de materia seca las plantas necesitan 700 ml de agua; de ahí la importancia de regar abundantemente después de la aplicación de cualquiera de nuestros fertilizantes. El agua sobrante la eliminan por las hojas mediante la transpiración.

martes, 17 de marzo de 2009

BAMBÚ DE LA SUERTE, DECORATIVO Y ELEGANTE



Desde hace poco tiempo, se está notando un cambio en el concepto de la decoración por medio de plantas de interior. A los ejemplares que adornan una casa ya no se les pide que tengan flores o que desprendan perfume, sino que se les exige que sean sencillos y que sus cuidados no requieran mucha atención. Una de las plantas que más acogida está teniendo en los hogares de estilo minimalista y zen es la denominada bambú de la suerte.

Esta planta tan original y estilizada no tiene que ver con el bambú, aunque se le denomine así popularmente debido a su forma de vara. Su nombre científico es Dracaena sanderiana y pertenece a la familia de las agaváceas. Algunos de sus parientes más famosos son el tronco de Brasil o la drácena de Madagascar. Su cultivo está muy extendido en Taiwan y en Oriente en general, si bien su origen apunta al continente africano.

Decorar con bambú

Su utilización dentro de la vivienda sigue los parámetros de una decoración poco cargada en la que predominan los espacios amplios y los colores claros. Podemos colocarla encima de una mesa baja, en un mueble-rinconera e, incluso, aporta un toque muy especial en el baño. Suele localizarse en el mercado muy fácilmente, sin necesidad de acudir a un vivero, ya que muchas grandes superficies la venden. Resulta esencial que adquieras un ejemplar sano con el tronco verde, con raíces claras y brotes en perfecto estado que acaben de salir.

La forma usual de este bambú de la suerte es una vara recta que puede oscilar entre los 10 y los 100 cm., pero también podemos encontrarla describiendo un peculiar sacacorchos o como material esencial de montajes florales más complicados, como pasa en el ikebana. Cuando esta planta es una vara, observaremos los nudos de donde salen los brotes y los entrenudos de donde surgen las raíces. La parte de los nudos es más estrecha que la de los entrenudos.

Podemos ubicarla en un jarrón de cristal para que se aprecie mejor y meter dentro del mismo agua y piedrecitas. Su crecimiento no se caracteriza por ser especialmente rápido, ya que apenas crece unos 10 cm. anualmente. La tradición china asegura que esta dracaena trae la buena suerte a aquellos hogares en los que está presente y es motivo de energía positiva y de buenas vibraciones para la filosofía milenaria del Feng Shui.

Cultivarla es muy fácil

Dentro de la casa, el bambú de la suerte se mantiene de forma extraordinaria con unos cuidados muy básicos. Su cultivo es muy sencillo y le hará falta poca dedicación por nuestra parte para que luzca bello. En cuanto a sus necesidades de luz, puede aguantar perfectamente las sombras. Lo más recomendable es que permanezca en un lugar de luminosidad intensa pero sin exponerse de forma directa a los rayos solares.

La temperatura máxima que puede llegar a soportar por arriba es de 30º C y por abajo de 10º C. El margen ideal es el que va de los 18º a los 24º C. En cuanto a la humedad, su resistencia ha sido ampliamente probada en las áreas más secas de las viviendas. Un secreto para que su crecimiento sea excelente es combinar las temperaturas más cálidas con su exposición a la luz de forma indirecta.

Cuidado con el exceso de agua

La mayor precaución que tenemos que tomar de cara a su cultivo es su necesidad de agua. Tenemos que controlar bien la cantidad y el nivel de líquido en la que están sumergidas las varas. El jarrón elegido para su presentación deberá llenarse hasta el punto en el que las raíces del bambú de la suerte sean cubiertas, ni más ni menos. Más agua significaría echar a perder el tallo. También puede ser cultivada en maceta.

Dependiendo de la estación, cambiaremos el agua con más o menos frecuencia: en época estival, una vez por semana y en la época gélida, cada dos semanas. Bastará con agua del grifo, si bien se sugiere dejar reposar el líquido antes para que pierda el frío.

Mensualmente, podemos añadir al agua unas gotas de fertilizante, pero la cantidad será simbólica. Igualmente, podemos pulverizar agua con objeto de limpiar el polvo acumulado. Un truco para que brille más: mojar un trapo con 3 partes de agua por una de leche y pasarlo por sus brotes. Puede ser atacada por cochinillas y hongos; en ese caso, tendremos que adquirir algún remedio en nuestra tienda habitual.

jueves, 12 de marzo de 2009

ABONO HECHO DE TORTILLAS



Prepara un excelente abono para tus plantas usando tortillas con moho.

Para una maceta de tamaño regular, solo tienes que licuar 3 tortillas con media taza de agua y harás una pasta semiliquida, también puedes agregar cualquier tipo de despercidicio orgánico, de comida.

Ayúdate de una pala y mezcla la tierra con el abono para que tus plantas la aprovechen hazlo una vez al mes o si prefieres mas seguido, pero en cantidades reducidas.

domingo, 8 de marzo de 2009

Helechos, un asomo del bosque en tu jardín



A los helechos les gusta crecer en un entorno húmedo donde el sol sólo tiene la posibilidad de enviar luz filtrada al suelo. Es decir, en bosques donde también abunda toda clase de musgos en troncos vivos o muertos. Los helechos suelen crecer en bosques y allí el sol tiene pocas oportunidades. La estructura interna de las hojas de esta planta está totalmente adaptada a estas condiciones: el limbo foliar (parénquima) posee grandes espacios intercelulares; de ahí que la evaporación pueda ser tan abundante. Éste es el motivo por el que los helechos crecen generalmente en lugares muy húmedos.

La mayoría de las variedades se desarrolla en un suelo muy rico en humus, debido a la enorme cantidad de hojas que ha caído de los árboles en el transcurso de los años. Al pisarlas realmente dan de sí: forman una gruesa alfombra de materia vegetal muerta y podrida. En esta mezcla, nace la mayor parte de las variedades. También existen otros tipos de helecho que han conseguido conquistar un lugar en otras plantas, casi siempre en árboles.

Esto se aprecia principalmente en los países tropicales. Pero en zonas templadas también se puede ver: sobre todo los polipodios suelen elegir un domicilio alto (un roble). También existen ejemplares pequeños que crecen en paredes más bien viejas. El helecho escamoso (Ceterach officinarum), que se ve mucho en la Europa meridional, crece al sol en las rocas.

Un sólo nombre, múltiples formas
Los helechos muestran entre sí diferencias bastante grandes en el modo de crecimiento. Muchas variedades poseen rizomas, con los que se reproducen abundantemente; es el caso del helecho con hojas en forma de cáliz. Otros tipos se mantienen muy compactos y no tienden a exigir cada vez más espacio.

Y no sólo difieren en lo que respecta a la forma, también en el color se pueden constatar muchas distinciones. Incluso existen algunos que llevan el nombre de honor de helecho del arco iris (Athyrium niponicum 'Metallicum'), gracias a los numerosos y preciosos colores de sus hojas. Otros destacan por los hermosos colores otoñales que adoptan en esa estación del año.

Una recomendación adicional para el empleo de helechos en el jardín es el hecho de que las hojas de bastantes variedades permanecen verdes en invierno. Esto es válido por ejemplo para Polystichum aculeatum. Estas plantas suelen poseer dos clases de hojas: con y sin grupitos de esporangios marrones, que se diferencian considerablemente en cuanto a la forma. A veces parecen inflorescencias marchitas, como en el caso del helecho real (Osmunda regalis).

Además, lucen al máximo cuando se desarrollan por encima del suelo en primavera. Las hojas están enrolladas y en primavera se desenrollan como el muelle de un reloj de bolsillo. Justo en ese instante en muchas clases de helecho se puede contemplar el precioso momento.

Gran capacidad de adaptación
Todos los 'actos' de las plantas están orientados a la supervivencia. Por este motivo, la mayoría de ellas florece. Y las semillas se dispersan de muchas maneras para empezar una vida nueva (preferiblemente no demasiado cerca de la planta madre). Los helechos, sin embargo, no florecen y, a pesar de ello, han conseguido sobrevivir durante millones de años.

Pero estas curiosas plantas sí que forman grupitos de esporangios en las llamadas hojas fértiles. Son de color marrón y están dispuestos de diferentes modos en la parte inferior de esas hojas. Las esporas se libran de los esporangios y, como son finas como el polvo, se dejan dispersar muy bien por el viento. Si van a parar a los lugares apropiados, seguramente se desarrollarán plantitas nuevas de helecho.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Lila, un arbusto en flor



La Lila o Syringa vulgaris es un arbusto algo vigoroso que adornará perfectamente tu jardín o terraza. Si sigues unos básicos cuidados lograrás además mantener sus flores prácticamente todo el año.

Este tipo de ejemplar da un bonito color al lugar en el que lo ubiques, se mantiene bien de una estación a otra y, aun cuando no está en flor, el color de sus hojas y sus frondosas y compactas formas lo hacen suficientemente atractivo. Su corteza es de color pardo grisácea y sus ramas son lisas. Tiene hojas opuestas, simples, ovales, pecioladas, de entre 8 y 10 cm. de longitud y acorazonadas.

Cuidar su forma
Aunque es un ejemplar sencillo de cuidar y de mantener has de tener precaución con la forma según su crecimiento. Lo habitual es que al principio crezca erecto, pero con el paso del tiempo tenderá a ensancharse invadiendo todo el espacio que hay a su alrededor.

Es importante que lo mantengas lo más recto posible, para ello si es necesario ponle unas guías que hagan que no ensanche en exceso. Estos ejemplares facilitan su cultivo y cuidado debido a que admiten bastante bien el trasplante con cepellón, evitando así que se dañen sus raíces.

Mantener su flor
Normalmente este tipo de arbusto florece desde finales de la primavera hasta verano, destacando el intenso olor de sus flores.

Si lo mantienes sin mucha agua, eliminas los tallos viejos y largos y cuando es joven realizas ligeras podas, conseguirás que sus flores duren largas temporadas.

El color de sus flores va desde el rosa pasando por el lila y llegando incluso a un blanco purísimo. Desprende además un fuerte y característico perfume.

Exceptuando en el invierno, el resto del año disfrutarás del color de sus bonitas flores. Incluso en esta época si la variedad que tienes en tu jardín es la S. vulgaris aureus verás como sin tener flores sigue aportando un bonito colorido al lugar donde lo tengas ubicado.

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martes, 3 de marzo de 2009

VIDEO: Cuidados de plantas ornamentales

El geranio: llena de color tu estancia favorita



Una de las plantas más comunes en los hogares son los geranios. Se puede afirmar que el principal uso de esta planta es el decorativo, especialmente en las casas y en los jardines privados. Esta característica se debe a su abundante floración y a la cantidad de colores en que ésta se puede encontrar, lo cual permite tener una gran variedad cromática en cualquier estancia del hogar.

Esta planta se denomina técnicamente 'pelargonium', y ofrece numerosas especies e híbridos con muy diferentes tamaños, formas, colores e, incluso, olores. Este género posee aproximadamente 240 especies y su origen se encuentra en la región sudafricana de El Cabo. Desde aquí llegó a Europa hacia el año 1710. Además, hay que mencionar que la mayoría de estos vegetales poseen geniarol, un aceite esencial que les proporciona buen olor y que tiene propiedades medicinales en los campos digestivo, reproductor y antiséptico.

Sus clases

Se puede hablar de tres tipos de geranios cultivados. El primero de ellos, y el más conocido, es el zonal, que ha surgido después de muchas mezclas, y tiene la peculiaridad de poseer hojas y tallos tomentosos. Este tipo de planta se puede encontrar en rojo, en rosa violáceo y en blanco.

En segundo lugar, se encuentra el denominado geranio colgante, que tiene las hojas más carnosas que el anterior y que es también un híbrido. Se caracteriza por sus hojas y tallos desnudos y brillantes y por su porte caído. La variedad cromática es igual al del anterior.

Por último, hay que mencionar los geranios de pensamiento, caracterizados por sus flores grandes (entre 2 y 3 centímetros) durante la primavera y el verano, que le proporcionan una gran belleza y capacidad decorativa. Además, este tipo de geranio, que también es híbrido, tiene el borde de las hojas dentadas y se puede encontrar en dos colores, rojo y blanco.

Aunque estos tres tipos son los principales y más conocidos, existen innumerables clases de pelagonium, como los enanos, los de hojas olorosas o los de fantasía, entre otros.

La flor

La flor del geranio es una de sus partes más importantes, ya que en ella se encuentra su valor ornamental. Esta flor posee las siguientes características: es regular, de diez estambres, tiene el aguijón nectario o pétalo posterior y no posee ningún espolón. Además, cabe destacar que las flores del pelagonium crecen en una umbela, sobre un péndulo, que puede o no estar precedido de un tallo.

Un cultivo adecuado

Se puede obtener un geranio a partir de un esqueje o mediante la siembre de una semilla. Lo más común es multiplicar este tipo de plantas a partir de los esquejes. Para ello, hay que cuidar en extremo el cultivo de la planta madre, productora de esquejes que deben ser fuertes y sanos. A la hora de obtener esquejes, es importante limpiarlos de las hojas y de las estípulas, con el fin de evitar el peligro de podredumbre. Asimismo, hay que tener en cuenta que el corte debe ser próximo al nudo, para que las raíces se formen con rapidez.

Las épocas óptimas para cortar esquejes son del 15 de agosto hasta el 15 de octubre o desde febrero hasta finales de marzo, aunque en la actualidad existen centros especiales que reproducen geranios durante todo el año. Cuando este proceso se realiza en verano es conveniente colocar las yemas en cajas a resguardo o en macetas simples, situadas a la sombra, para colocarlos en un invernadero sobre el mes de noviembre. Sin embargo, cuando se realiza el esquejado a finales de invierno es recomendable colocarlo sobre superficies calientes, o provisionalmente en macetas.

Cuidados y mantenimiento

En primer lugar y para fertilizar este tipo de planta, se pueden utilizar abonos solubles que se deben administrar con frecuencia, sobre todo, en época estival. Asimismo, hay que extremar la precaución con las sales, ya que en caso de acumulación, es muy difícil que los esquejes produzcan raíces. Finalmente, cabe tener en cuenta que el geranio exige una gran abundancia de luz, más todavía, durante el proceso de crecimiento del esqueje.

En cuanto al riego, hay que señalar que ésta no es una planta que exija gran abundancia de agua, aunque en verano conviene estar atento de la humedad de la tierra en la que se encuentra el geranio para que no se seque. Finalmente, cabe extremar la precaución ante las plagas o enfermedades que puede contraer el geranio. Entre las más importantes se encuentra el pulgón y la mosca blanca. Para evitar que estropeen es necesario proceder con insecticidas para eliminarlos.

lunes, 2 de marzo de 2009

La camelia, flor de terciopelo



Nombre científico: Camelia Japónica.

Nombre/s comunes: Rosa del Japón.

Origen: Es de origen oriental, pero más tarde los portugueses la trajeron a Galicia.

Familia: Teácea.

Características
Hojas: Las hojas de las camelias son muy consistentes y ovaladas y poseen un color verde oscuro y brillante.

Flores: Sus flores son de gran tamaño y en algunas especies pueden llegar a medir más de 12 cm. La gama de colores que presentan sus pétalos es muy diversa, ya que van del blanco al púrpura, rojo, rosa, salmón, amarillo o bicolor.

Estilo: Arbusto muy ramificado.

Cuidado
Abono: Desde que la planta empieza a brotar hasta que salen las flores durante la primavera, cada semana es conveniente proporcionarle media dosis de un abono nitrogenado.

Riego: Hay que regarla de manera abundante con agua templada, pero evitando encharcamientos. En la época veraniega se debe de aportar menos cantidad de agua.

Luz: Necesita lugares sombreados pero luminosos.

Temperatura: En primavera se debe colocar la Camelia al aire libre, pero resguardada del sol directo. El clima ideal es el atlántico y se debe proteger de fuertes vientos.


Poda: La poda si se quiere realizar debe hacerse después de la floración, pero no es necesaria realizarla con frecuencia.

Sustrato: El suelo donde se coloque la camelia debe ser algo ácido , suelto y muy rico en humus. No puede sobrevivir en suelos calizos y tambpoco soporta un sustrato encharcado.

Multiplicación: Por equejes en verano con una temperatura de suelo aproximadamente de 25 ºC.

Floración: Suele florecer en el otoño tardío hasta los meses primaverales.

Plagas y enfermedades: La araña roja es un plaga que afecta directamente a la camelia y que puede producir la caída de los capullos.

Otros datos de interés
¿Jardin o macetero?: Puede decorar nuestros hogares, pero necesita que está en una zona donde reciba aire fresco y no puede recibir sol directamente. Se debe colocar alejada de las calefacciones, ya que pueden marchitarlas. Es más habitual encontrar esta especie en jardines y espacios abiertos.

Curiosidades
Es un arbusto de crecimiento muy lento, por lo que necesita las condiciones idóneas para su correcto crecimiento manteniéndolo en zonas frescas y en lugares donde la luz no sea directa.

La camelia se utiliza para extraer un aceite que ayuda a proteger nuestra piel y cabello, para que estén sanos y fuertes.

Sus hojas son muy buenas para el organismo, ya que se utilizan para hacer té que ayuda a limpiar nuestro cuerpo por dentro y además aporta un sabor diferente en nuestros exquisitos paladares.